Hoy en día los viajes en familia son más relevantes que nunca. No solo son experiencias divertidas y emocionantes, sino que son, en sí mismas, una buena dosis de salud mental.
De modo que no es de extrañarse que los viajes en familia estén en auge alrededor del mundo. Las familias están disfrutando la oportunidad de escaparse y reencontrarse – de acuerdo con una encuesta realizada por Marriott International en el Caribe y Latinoamérica, el 40% de los participantes piensa tomar sus siguientes vacaciones con su familia.
“Después de la pandemia, hemos visto una nueva prioridad en los valores, y pasar tiempo con los seres queridos es lo primero en la lista”, comenta Diana Plazas-Trowbridge, Chief Sales and Marketing Officer de Marriott International en el Caribe y Latinoamérica. “Las vacaciones familiares tradicionales se han ampliado para convertirse en multigeneracionales e incluir a la familia extendida, ya que nuestros huéspedes quieren volver a encontrarse y recuperar el tiempo perdido.”
Sabemos que los dos últimos años trajeron consigo un aislamiento profundo para muchos y pasaron factura en diferentes aspectos de su vida. Los niños y adolescentes fueron bastante afectados por el cambio radical en sus rutinas, lo cual afectó principalmente su salud mental y desarrollo. De acuerdo con los resultados de una encuesta realizada por UNICEF y Gallup en 21 países, emociones como incertidumbre, soledad y tristeza se apoderaron de la vida de millones de familias.
Marriott International en el Caribe y América Latina cree firmemente en el poder transformador de los viajes. Por lo anterior habló con tres psicólogos infantiles y expertos en crianza para entender cómo los viajes pueden afectar positivamente a los niños y ayudarlos a superar los efectos de la pandemia.
“Aproximadamente 1 de cada 7 niños en todo el mundo fueron afectados directamente por el confinamiento”, indica Fernanda Restrepo, especialista en Crianza y Parentalidad.“Los niños necesitan movimiento para crecer en todas las áreas de su vida y en la pandemia se exacerbó la inactividad física y mental”, ahonda Gaby González, pedagoga y psicoterapeuta especializada en Crianza.“Alejarse de las interacciones presenciales en los ámbitos sociales, académicos y familiares reforzó en los niños el aislamiento y la inseguridad”, explica Rubén la Rosa, psicólogo infantil. “Además, la falta de estimulación social, sensorial, física y educativa provocó rezagos y deficiencias en su desarrollo y perdieron muchas ocasiones importantes vitales para su crecimiento.”
Las vacaciones en familia pueden ser el antídoto ideal, ya que viajar ofrece un espacio para disfrutar de buenos momentos en familia, los cuales tienen un efecto duradero en la felicidad de los niños. Además, les ayuda a desarrollar un pensamiento más racional, reflexivo y crítico. Asimismo, adquieren nuevos valores y habilidades de tipo emocional y social, según estudios del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, especializado en pediatría.
“La familia post COVID debe reconectarse emocionalmente y disfrutar todos juntos en un viaje reforzará los lazos afectivos y la comunicación”, continua Rubén la Rosa. “Más allá de esto, el cerebro de los niños es elástico y van a recuperar terreno con el tiempo, sin embargo, el turismo familiar puede ser un gran aliado ya que los niños aprenden más allá de una pantalla o de las hojas de un libro – aprenden por la experiencia, por el disfrute y la seguridad de estar en familia.”“El contacto de los niños y adolescentes con lo real es clave, poder ver y explorar esos lugares, conocer su arquitectura, historia, la gastronomía, la cultura y la belleza del mundo despierta su curiosidad y aumenta su deseo por vivir, soñar y crecer”, resalta Gaby González.
Desde su creación hace 95 años, Marriott ha encarnado la creencia de que los viajes son esenciales para la humanidad debido a su capacidad para ayudarnos a sanar y crecer. Viajar es la mejor escuela porque cuando salimos al mundo, las culturas, personas y lugares que encontramos nos transforman para siempre. Lo anterior se ve reflejado en la demanda que Marriott ve en todos sus hoteles por experiencias enriquecedoras y educativas para todas las edades, ya que las familias quieren vivir momentos que les permitan conectar y crecer juntos – experiencias que sobran en sus más de 300 templos de hospitalidad en la región.
En Costa Rica, el Dino Park en el Planet Hollywood Costa Rica, An Autograph Collection All-Inclusive Resort despertará la curiosidad de los pequeños con sus dinosaurios en tamaño real. Para las familias que buscan asombrarse con el ecosistema natural y vivir la adrenalina, ahí mismo, en medio de la selva tropical costarricense hay un estimulante tour por líneas de tirolesa. The Westin Reserva Conchal, an All- Inclusive Golf Resort & Spa ofrece su programa Westin Family que busca promover el bienestar y la diversión, inspirándose en la naturaleza y el juego para promover la creatividad y el desarrollo de habilidades en niñas y niños entre los 4 y 12 años.
“Las actividades recreativas contrarrestan la ansiedad y aquellas que permitan hacer y aprender algo también benefician, ya que aprender algo nuevo es un logro que se traduce en un triunfo y esto ayuda a la autoestima”, indica Rubén la Rosa
Los amantes del deporte pueden promover la concentración, disciplina y autoestima en sus familias con unas divertidas lecciones de surf en el W Punta de Mita. Para quienes están más inclinados al arte y la creatividad, el Stars Kids Club del Planet Hollywood Cancún permite darle rienda suelta a la imaginación donde niñas y niños pueden aprender a actuar, bailar, cantar, elaborar disfraces, filmar la escena, dirigir el espectáculo y hasta editar video.
Incita la curiosidad histórica de tu familia en el JW Marriott El Convento Cusco, ubicado en un convento restaurado del siglo XVI en el corazón de Cusco, donde la pequeña Panchita, la alpaca residente del hotel recibe a los huéspedes después de un largo día en la ciudad. También podrán impregnarse de la cultura local de Barbados en Turtle Beach by Elegant Hotels, donde podrán aprender a hornear y cocinar alimentos típicos de la isla, además de aprender un poco de la jerga local.
“El intercambio cultural será una de las experiencias más valiosas en un viaje; aprender es una experiencia enriquecedora, pero conectar con las realidades de otras personas y otras culturas va a ampliar nuestra visión y la hará mucho más inclusiva”, concluye Fernanda Restrepo.
Marriott acierta en cuanto a que viajar tiene un impacto innegable sobre el espíritu humano, convirtiéndose en una dosis muy necesaria de salud mental y en la puerta del conocimiento social y cultural. Para las siguientes vacaciones en familia, la marca nos propone viajar con un sentido renovado, no sólo para escapar, sino para descubrirnos a nosotros mismos, a los demás y al mundo que todos compartimos.
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