TODO SOBRE LA NUEVA PELÍCULA DE SAM MENDES QUE LLEGA A LOS CINES EL 23 DE FEBRERO
El 23 de febrero llega a los cines IMPERIO DE LUZ, una historia inspiradora dirigida por el realizador británico ganador del premio Oscar® Sam Mendes. Ambientada en una pequeña ciudad costera de Inglaterra durante los turbulentos primeros años de la década ‘80, IMPERIO DE LUZ transcurre principalmente en un viejo cine local donde la gerenta, Hilary (Olivia Colman), entabla un vínculo improbable y muy especial con Stephen (Micheal Ward), un nuevo empleado que ansía dejar atrás la opresiva sociedad de aquella ciudad en la que habita.
Aquí, un recorrido por la historia y el detrás de escena del rodaje de la película.
UN LAZO IMPROBABLE
IMPERIO DE LUZ es una historia acerca del poder curativo del cine, la música y aquellas personas que tocan nuestros corazones y conforman la familia que elegimos. Al centro del relato están Hilary y Stephen, dos personajes con orígenes e historias de vida muy diferentes, pero que sin embargo conectan profundamente y se ayudan mutuamente a encontrar felicidad y fortaleza en el momento menos pensado.
Hilary, interpretada por la reconocida actriz Olivia Colman, es una mujer de mediana edad que vive sola y trabaja en el cine local desde hace algunos años. “Tiene un pasado complicado y se enfrenta a sus propios demonios, pero, así como alguien se puede apoyar en su familia cuando lo necesita, ella es acogida por un excéntrico grupo de personas que trabajan en el cine”, cuenta Mendes.
Stephen, por su parte, es un joven abierto, gentil y sumamente optimista, a pesar de que enfrenta la adversidad constantemente. La sociedad en la que vive, atravesada por la política thatcheriana y la violencia de los skinheads, se le presenta a diario con hostilidad, pero él es inexorablemente positivo.
“Stephen no es ingenuo. El racismo que experimenta es real y doloroso en muchísimos sentidos, pero él no deja que su trauma lo defina. Es un joven negro, entusiasmado con las oportunidades de la vida; ama a la gente, ama conectarse con la música y las películas”, señala el realizador.
Micheal Ward, quien interpreta a Stephen describe así el singular vínculo que comparten los personajes protagónicos: “Stephen le infunde a Hilary un gran optimismo, amor, entusiasmo, y la abre a una cultura y un arte diferentes, como también a sus propias experiencias. Ella le aporta su perspectiva, su forma de ver la vida, su amor por la poesía y las palabras, y sencillamente le da apoyo, ánimo. Ella lo ve de una manera íntegra. Ambos han sido un poquito excluidos de la sociedad, y ese tejido conectivo los une, sean conscientes o no de ello. Es un intercambio de energías y amor. Se dan mutuamente cosas que ni siquiera saben que necesitan”.
RECUERDOS QUE DEJAN HUELLA
IMPERIO DE LUZ es la primera película que Sam Mendes escribió a solas y no en coautoría con otros guionistas. La experiencia de escritura en solitario lo llevó a bucear en lo más profundo de su propia memoria, donde nació la historia más personal de su carrera.
“El confinamiento, producto de la pandemia, fue un periodo de intensa introspección y reflexión para todos nosotros. Para mí significó empezar a confrontar esos recuerdos con los que venía luchando desde la infancia. Eso fue lo que me impulsó a escribir: explorar esos recuerdos y ver si podía destrabar algo interesante”, cuenta el cineasta, reconocido por galardonadas películas como 1917, Solo un sueño, Camino a la perdición, Soldado anónimo y Belleza americana.
Así, el realizador decidió ubicar la acción de la película a fines de los ‘70 y principios de los ‘80, un período de gran impacto en su vida. “La música, las películas, la cultura pop de esa época me forjaron. Fue una época de gran agitación política en el Reino Unido, con una política racial incendiaria; pero, al mismo tiempo, fue una época extraordinaria para la música y la cultura en general: muy creativa, muy politizada, con una energía tremenda”, describe Mendes, al tiempo que agrega que la banda sonora de la película está compuesta por canciones de esa época que lo marcaron profundamente a lo largo de su vida.
En la historia, además, el personaje central de Hilary lidia con su salud mental, una situación con la que el director lidió en el seno de su propia familia.
LA LOCACIÓN PERFECTA
Para trasladar su obra del papel a la pantalla, Mendes convocó a algunos de sus colaboradores de larga data, como el director de fotografía Roger Deakins (1917, Blade Runner 2049, 007: Operación Skyfall, Sueño de libertad), nominado por su trabajo en IMPERIO DE LUZ al premio Óscar® a Mejor Fotografía. Deakins, quién cuenta con dieciséis nominaciones a los Óscar® ganó el premio a mejor fotografía por 1917 de Sam Mendes y Blade Runner de Dennis Villenueve.
IMPERIO DE LUZ es el quinto proyecto en el que Mendes y Deakins trabajan juntos. La película fue rodada en la ciudad costera de Margate, al norte de Kent, en Inglaterra.
“Me sentí atraído por este lugar en particular porque ofrecía tantas oportunidades en cuanto a escala del paisaje visual. El lugar tiene una amplitud que le da un aire poético y una envergadura cinematográfica”, señala Mendes.
Ahí, además, el equipo creativo encontró la locación perfecta para crear el mítico cine local en el que transcurre la mayor parte de la película. Se trata de Dreamland, un antiguo cine y salón de baile de estilo art déco. Cuando Mendes vio el lugar, reescribió el guion para que se ajuste a él. Ciertas escenas que estaban ambientadas en un balcón en desuso se reescribieron para aprovechar el salón de baile de Dreamland, y se agregó una escena en la pista de patinaje del parque de atracciones contiguo.
El encanto de Dreamland brilla en pantalla, constituyéndose como un personaje más de la historia.
UNA TRAMA QUE HACE ECO
Si bien IMPERIO DE LUZ es una historia que refleja a la perfección el clima de la época en la que transcurre, las temáticas que aborda hacen eco en la actualidad.
Por un lado, como señala Mendes, el conflicto racial presente en el relato tiene su correlato en el presente: “En pleno confinamiento se comenzaron a alzar voces contra la injusticia racial en todo el mundo. Estábamos solos para contemplar cómo se habían conformado nuestras políticas raciales, y si habíamos fallado en nuestro intento de asegurar que el mundo estuviera evolucionando”.
La película también sobrevuela otra problemática que surgió en la pandemia vinculada a la industria del entretenimiento: la potencial desaparición de los espectáculos en vivo. A su vez, trae al recuerdo la magia de la experiencia en salas de cine en décadas pasadas. “Todos esos temas permearon la película y, en ese sentido, es bastante cruda”, concluye el realizador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion es muy importante para nosotros.