Dr. James Vallejo Quintero M.D
Antes de una enfermedad, se pueden detectar desequilibrios en el
cuerpo que la desencadenan. Estos desequilibrios de origen bioquímico y
energético son determinados según el grado al cual están comprometidos
los elementos nutricionales, genéticos, medio ambientales, así como los
factores emocionales y mentales.
Nos concentraremos en la toxicidad ambiental y nutricional, y en su
rol en la inflamación en nuestro cuerpo y nuestros pensamientos, puesto
que han sido enormemente subestimados en nuestra sociedad moderna a
pesar de que ambos desempeñan un papel fundamental en nuestra salud.
Hoy en día nuestra forma de pensar acerca de la medicina es muy
lineal y simple. Creemos que una enfermedad tiene una causa y se puede
tratar con un solo medicamento. Pero, de hecho, una red de interacciones
conduce a un resultado donde las causas son frecuentemente numerosas.
La salud está basada en un equilibrio de varios factores: genéticos,
fisiológicos, psicológicos, energéticos, del desarrollo, y ambientales.
En medicina, el cuerpo y las enfermedades se dividen en sistemas. Por
ejemplo, el sistema cardiovascular, nervioso, inmune, reproductivo,
urinario, endocrino, etc. Pero el cuerpo funciona como un conjunto por
la interacción entre sus componentes y no acorde a sus divisiones
anatómicas. Es decir, hay que ver el equilibrio del sistema como un
todo.
El concepto médico de sistemas y enfermedades es un concepto
demasiado restringido. El médico hace un diagnóstico clínico que
representa la explicación del problema del paciente. Es decir, una enfermedad es vista como la causa de los síntomas.
El doctor puede decir: "Su tristeza se debe a una depresión clínica",
"su hijo no puede prestar atención en clase porque tiene un trastorno
por déficit de atención con hiperactividad". Después del diagnóstico, el médico puede prescribir un tratamiento para el síntoma:
un hipotensor para la hipertensión (presión alta) o un antidepresivo
para la depresión, o ritalina para el niño con hiperactividad.
Pero cuando tomamos en cuenta el sistema como un todo −todos los componentes que pueden estar en desequilibrio − realizamos una estimación funcional comprendiendo que el diagnóstico es el nombre pero no la causa de los síntomas del paciente.
Al hacer una evaluación funcional del equilibrio de cada paciente después del diagnóstico clínico, podemos prescribir suplementos alimentarios necesarios, o recomendar la eliminación de los elementos tóxicos que interfieren con nuestro equilibrio, ya sean medioambientales o nutricionales.
Este es el punto de vista funcional, en oposición al punto de vista anatómico, y la desintoxicación es una función que conecta todas las funciones de nuestro cuerpo.
Pero cuando tomamos en cuenta el sistema como un todo −todos los componentes que pueden estar en desequilibrio − realizamos una estimación funcional comprendiendo que el diagnóstico es el nombre pero no la causa de los síntomas del paciente.
Al hacer una evaluación funcional del equilibrio de cada paciente después del diagnóstico clínico, podemos prescribir suplementos alimentarios necesarios, o recomendar la eliminación de los elementos tóxicos que interfieren con nuestro equilibrio, ya sean medioambientales o nutricionales.
Este es el punto de vista funcional, en oposición al punto de vista anatómico, y la desintoxicación es una función que conecta todas las funciones de nuestro cuerpo.
Al hablar de desintoxicación no me refiero necesariamente
a un tratamiento para el abuso del alcohol o las drogas. Más bien, este
término hace referencia al proceso de eliminación, a la bioquímica de
los productos químicos nocivos que deben ser neutralizados antes de que
se los pueda eliminar. Día a día tenemos que desintoxicarnos de
productos metabólicos y otros productos generados por nuestro cuerpo que
ya no necesitamos. Estos productos pueden ser peligrosos cuando
nuestros riñones o nuestro hígado no funcionan óptimamente. Por ejemplo
el amoníaco, un producto del metabolismo proteico, hormonas que ya no
son necesarias para el sistema endocrino, o los neurotransmisores
utilizados por el sistema nervioso y los derivados de un sistema
inmunológico deben ser neutralizados antes de que nuestro organismo los
elimine.
Pero también existen productos químicos ambientales como el plomo, el mercurio y otros metales pesados, aditivos alimentarios, hormonas, pesticidas, herbicidas, fungicidas, productos petroquímicos, etc. De hecho, vivimos en un ambiente tóxico.
La desintoxicación consiste en la lucha contra la toxicidad ambiental y se basa en el procesamiento de los productos tóxicos por parte de todos los órganos y sistemas de nuestro cuerpo. Las enfermedades alteran la desintoxicación del cuerpo, y si esta última falla, tendremos problemas.
Es esencial tratar la raíz del problema, buscando su causa. Tomar un medicamento para cubrir los síntomas no contribuye en lo más mínimo a la curación.
Quienes sufren de una enfermedad crónica deben prestar atención absoluta a lo siguiente:
Pero también existen productos químicos ambientales como el plomo, el mercurio y otros metales pesados, aditivos alimentarios, hormonas, pesticidas, herbicidas, fungicidas, productos petroquímicos, etc. De hecho, vivimos en un ambiente tóxico.
La desintoxicación consiste en la lucha contra la toxicidad ambiental y se basa en el procesamiento de los productos tóxicos por parte de todos los órganos y sistemas de nuestro cuerpo. Las enfermedades alteran la desintoxicación del cuerpo, y si esta última falla, tendremos problemas.
Es esencial tratar la raíz del problema, buscando su causa. Tomar un medicamento para cubrir los síntomas no contribuye en lo más mínimo a la curación.
Quienes sufren de una enfermedad crónica deben prestar atención absoluta a lo siguiente:
- Tratar un desequilibrio en la flora bacteriana intestinal. Una sola dosis de un antibiótico puede producir desequilibrios entre las bacterias buenas y las malas en nuestro tubo digestivo. Cuando suprimimos los alimentos que contienen levadura, reducimos la proliferación de levaduras en nuestra flora intestinal. Con el mismo fin, podemos reducir también el consumo de carbohidratos que alimentan a los hongos en nuestros intestinos.También existen alimentos críticos para una desintoxicación eficaz. Es muy difícil evitar todos los productos tóxicos y alérgenos. Una buena nutrición que aporta los elementos nutricionales básicos se convierte en una prioridad para mejorar los mecanismos de desintoxicación.
- Evitar los alimentos alérgenos, de los cuales hablaré en detalle más adelante.
- Evitar el gluten. A la mayoría de la gente le cuesta creer que el gluten es una proteína muy difícil de digerir y que su procesamiento bioquímico e inmunológico en nuestro organismo conlleva a problemas importantes. El trigo tiene 23000 proteínas.
- Eliminar el mercurio. Es esencial eliminar todo el mercurio del cuerpo y reemplazar las amalgamas de mercurio por algo menos tóxico como la porcelana, sobre todo si se sufre de enfermedades crónicas con causas desconocidas u dudosas, es decir, las llamadas enfermedades idiopáticas. Para ello es necesario encontrar un dentista capacitado en la intoxicación por mercurio. Como alternativa se puede pedir a cualquier dentista que reemplace una amalgama por mes, siguiendo un protocolo de desintoxicación entre medio.
- Tomar suplementos. Por ejemplo, el ácido fólico desempeña un papel fundamental en la prevención del cáncer y las enfermedades cardiovasculares. En general, la suplementación de base está compuesta por probióticos, vitaminas B, vitamina C, magnesio, enzimas digestivas, un multivitamínico y multimineral, aminoácidos y omega 3.
Cada uno de nosotros es diferente. Un alimento puede ser un alérgeno para una persona, pero puede que otra lo asimile perfectamente. El bioquímico Roger Williams ha demostrado que la necesidad de ciertos elementos como el calcio varía de una persona a la otra en un factor de 200. La sensibilidad al mercurio varía en un factor de un millón.
Todos necesitamos elementos nutricionales para una buena salud. Vitaminas,
minerales y ácidos grasos entre otros factores nutricionales, luz y
agua, ritmos circadianos equilibrados, la capacidad de amar y de ser
amados.
Por otra parte, existen substancias que debemos evitar a toda costa si deseamos sanar, a saber, los alérgenos que, incluso en pequeñas cantidades pueden enfermar a ciertas personas sensibles. Si bien su impacto en la salud puede variar de una persona a la otra, los productos tóxicos son uniformemente dañinos.
Casi toda sustancia puede ser alérgena. Los alimentos, el polen, el polvo, el pelo de los animales, los productos químicos, el moho y organismos como el hongo candida albicans. También los productos tóxicos como los metales pesados (plomo, mercurio, aluminio), los componentes producidos por seres vivos como los microbios, y los componentes sintéticos como los productos petroquímicos, la radiación, etc.
Por otra parte, existen substancias que debemos evitar a toda costa si deseamos sanar, a saber, los alérgenos que, incluso en pequeñas cantidades pueden enfermar a ciertas personas sensibles. Si bien su impacto en la salud puede variar de una persona a la otra, los productos tóxicos son uniformemente dañinos.
Casi toda sustancia puede ser alérgena. Los alimentos, el polen, el polvo, el pelo de los animales, los productos químicos, el moho y organismos como el hongo candida albicans. También los productos tóxicos como los metales pesados (plomo, mercurio, aluminio), los componentes producidos por seres vivos como los microbios, y los componentes sintéticos como los productos petroquímicos, la radiación, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion es muy importante para nosotros.